Doble rasero informativo. Comunicado del O.D.I.

NOTA DE PRENSA Nº 26
30.01.2008
OBSERVATORIO DE LA DELINCUENCIA INMIGRANTE

Doble rasero informativo

El 29 de enero la Policía detuvo en Valencia a dos ecuatorianos acusados de varias agresiones sexuales y violaciones en el Metro de la ciudad del Turia. Los delincuentes actuaban de noche, y sus víctimas eran jovencitas que a altas horas de la madrugada tenían que cojer el suburbano. Después de golpearlas y robarlas, las violaban o las agredían sexualmente.

La noticia apareció tan sólo en algunos periódicos, a pesar de tener los componentes necesarios para ser portada de todos los informativos, si éstos siguiesen el mismo patrón que adoptaron cuando una joven ecuatoriana recibió dos bofetadas en un tren de Barc.

Mientras los hechos del tren barcelonés recibieron los calificativos de “brutal agresión racista”, lo sucedido en Valencia se anunció simplemente como la detención de unos violadores. Cualitativamente, las violaciones del Metro de Valencia están revestidas de una gravedad infinitamente mayor que las dos bofetadas que recibió una ecuatoriana en el tren catalán. Por el origen de los agresores, estos crímenes del metro valenciano también podían recibir la calificacion de “brutales agresiones racistas” porque efectivamente confluyeron los dos ingredientes necesarios para ser llamados así: brutalidad de las agresiones, vulnerando hasta la más estricta intimidad de sus víctimas, y racismo por atacar los delincuentes a personas pertenecientes a una raza distinta a la suya.

Sin embargo el tema se presentó como mera delincuencia común. A diferencia de lo que pasó con el caso de la ecuatoriana, ninguna cadena ofreció imágenes de los agresores en prime time, ni se supo más que sus nombres de pila seguidos de iniciales que no dicen nada. Los violadores ecuatorianos de Valencia no fueron sometidos al linchamiento mediático que sufrió el agresor español de la ecuatoriana en Barcelona. De éste último trascendió A, su aspecto; B, su nombre y apellidos completos; y C, su lugar de residencia. Y esto a pesar de que las atrocidades cometidas por los ecuatorianos en el Metro de Valencia son incomparables con dos bofetadas que ni tan siquiera causaron lesiones, sin nombrar ya que lo primero son delitos penales y lo segundo es una falta.

En este mismo orden de cosas, mientras que la agresión en el tren de Barcelona supuso la intervención del Ministro de Justici, del Presidente del Gobierno, de la Vicepresidenta Primera y del Parlamento Catalán que condenó los hechos como si se tratasen de un atentado terrorista, ningún político ni ninguna instancia oficial se ha pronunciado condenando las violaciones de Valencia. Ecuador mandó a su Ministra de Asuntos Exteriores para elevar todavía más el tono del circo mediático que se formó, dándole a una falta de lesiones el carácter de conflicto internacional. Y el CGPJ incluso ordenó una investigación sobre la actuación del juez que no decretó prisión para el autor de la falta. Ahora dudosamente Ecuador volverá a mandar a la misma ministra a pedir perdón por la actuación de sus ciudadanos en Valencia.

Existió una voluntad política de magnificar dos bofetadas, y contó con el apoyo incondicional de los medios de comunicación en el desarrollo de una operación de propaganda que destacó justamente por obtener resultados completamente opuestos a los deseados. Y con las violaciones perpetradas por ecuatorianos en el Metro de Valencia también existió una voluntad política de silenciar crímenes abominables cometidos por inmigrantes, que también contó con la participación de los medios de comunicación, limitando la difusión de la noticia y presentándola de la forma más aséptica posible, que contrasta con el sensacionalismo derrochado en el caso anterior. Lamentablemente éste es un patrón que se aplica a todas las noticias que tienen a inmigrantes como protagonistas de crímenes y delitos.

Todo esto constituye un claro trato discriminatorio orquestado desde el poder político dependiendo de quienes sean los verdugos y quiénes las víctimas.

El equipo del Observatorio de la Delincuencia Inmigrante

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